lunes, 25 de mayo de 2015

Que bueno ver el consumismo y la obsolescencia programada acabarse. Ya vamos sabiendo que el capitalismo debe evolucionar otra vez. Debe irse por el diseño de productos duraderos, exclusivos y de pocas unidades. Ya saltamos ese paso necesario donde las compañías necesitaron ventas masivas para hacer crecer su país. Hemos de crecer del otro modo. Eliminar los estándares y optar por los productos y servicios especializados. Qué carrera difícil pero digna nos está tocando y les tocará mucho más a nuestros hijos.

Sé que faltan algunas décadas pero estoy emocionado de vivir es esta época donde ya se ven los rastros del final de la política, la religión y el consumismo. Veo todos los días más gente que sabe que para hacer el bien, administrar su compañía, manejar su automóvil o reprender su hijo no hace falta un color político o un dios barbado, calvo o con muchos brazos. Jesús, Mahoma, Buda y todos los demás bien lo han dicho: ámense los unos a los otros. Es tan simple como eso, nada que interpretar.

Hoy nos exigimos ser hombres y mujeres en un afán productivo, de ceño fruncido, en vestidos impecables y sobre todo: da apariencia. Llenos de eufemismos sin poder expresar lo que en realidad queremos decir, sabiendo que todos saben lo que sucede pero nadie dice nada. No estamos diseñados para estar en una oficina por 11 horas engordando y presentando el mismo informe semana a semana. Hoy es el mejor momento de la humanidad en cuanto a esperanza y calidad de vida, y aunque no parezca, el tiempo más pacífico que la humanidad ha visto desde que hubo el primer Estado. Pero a su vez atravesamos el momento más triste como raza.  Esto me emociona porque nos está llevando a lo básico, a lo que verdaderamente somos como seres humanos. Qué bien que ahora se incorpora el lenguaje coloquial y la apariencia descomplicada y fresca para destacarse entre la diplomacia y la hipocresía. La corrupción está tan explotada que sé  dentro de poco se ponga de moda la honestidad. Para que me entiendan: Como los contratos en papel ya no los cumplimos, de nuevo están tomando importancia los lazos de confianza y de amistad para estar seguros al cerrar un negocio...

Algo bonito de todo esto es que cuando la razón se sobreponga sobre la política y la religión necesitaremos algo en qué distraernos. Y nos distraeremos con los que más nos hace humanos: el arte. Sí, la energía que antes invertíamos en guerras, fanatismos y demás, ahora solo tendrá un lugar y ese será el arte. Qué bacano, ya lo estoy viendo.

Las bases de la felicidad, sustentadas en miles de tesis doctorales, son el agradecimiento y el dar; y el peor arrepentimiento en el lecho de muerte es:no debí trabajar tanto, debí pasarla con mi familia.

Lo que pasa es que demoramos 2 millones de años en convertirnos en homosapiens hace solo 250 mil años, apenas hace 10 mil inventamos la agricultura. Así que aun y por mucho estamos diseñados para “hacer pereza”, arte y disfrutar la comida. Actividades que requieren de lazos sociales y trabajo en equipo muy fuertes.

El principal descubrimiento tras años de elaborados experimentos y observaciones que el pobre mal interpretado Darwin no dejó fue y cito: "la simpatía es el instinto más fuerte del ser humano… aquellas comunidades con el número mayor de individuos cordiales serán los que más pasen sus genes"

Desde el complejo “Dilema del Prisionero” que demuestra que evitar la envidia y esperar el beneficio mutuo son querer dañar al otro es la mejor estrategia para ganar más dinero o lo que sea, hasta Ashton Kutcher en los Teen Choice Awards, la verdadera enseñanza de la ciencia es: la cordialidad. Solo queda ser amable el uno con el otro.

Pero tranquilos, no es que seamos malos, es que no estamos diseñados para pensar a futuro. Todas estas malañas que nos hemos hecho y haremos son pasos necesarios en nuestra evolución del pensamiento, pero al fin, el ADN siempre se ha encargado de corregir a tiempo las falencias para asegurar la siguiente generación. Me emociona vivir en este punto de inflexión donde el cambio ya es necesario, pues el cambio climático ya no tiene reversa, la polarización económica se salió de las manos y la ciencia se hizo popular. He de presenciar los cambios en las próximas décadas.

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